Rev. Méd. RosaRio 89: 109-116, 2023
REVISTA MÉDICA DE ROSARIO114
Dos estudios daneses del mismo grupo han observado
un aumento de la prevalencia en pacientes con bacterie-
mia por Staphylococcus aureus, duplicándose del 1,1% al
2,2% en el período de 1980 a 1990.
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El Staphylococcus aureus continúa siendo el germen
causante entre el 20 y el 84% de los casos.
2,3,4
En esta
serie observamos esta misma tendencia siendo el principal
germen involucrado, destacandose que en un porcentaje
muy alto (38%) no se obtuvieron aislamiento microbio-
lógico.
Otros gérmenes involucrados son Las Enterobacterias
spp. representando el 7% al 33% de las infecciones verte-
brales piógenas. Siendo Escherichia coli el patógeno más
común entre los Gram negativos, seguido de Proteus y
Klebsiella, tal como se observa en este estudio.
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Asimis-
mo, Pseudomonas aeruginosa es responsable únicamente
de unos pocos casos y se asocia con el abuso de drogas por
vía intravenosa. Estreptococos y Enterococos también son
causas comunes hasta en un el 5% al 20%, mientras que
los anaerobios se aíslan en menos del 4%.
2
Staphylococcus
epidermidis se asocia con infecciones relacionadas con im-
plantes, mientras que los Staphylococcus coagulasa negativo
y Streptococcus viridans pueden ser un causa de infeccio-
nes indolentes, debido a su baja virulencia.
6
Por otro lado,
la bacteria zoonótica común Brucella sigue siendo endé-
mica en nuestro país. La afectación de la columna es vista
en 6% a 12% de los casos, siendo un patógeno relevante.
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Las infecciones fúngicas son extremadamente raras, en
su mayoría responsables de infecciones oportunistas en
individuos inmunocomprometidos; en un tercio de los
pacientes no es posible obtener su identicación.
6
En este trabajo 3 pacientes tenían foco a distancia,
similar a otras revisiones donde los focos a distancia se
diagnosticaron en la mitad de los casos y los más frecuen-
tes fueron: tracto genito urinario (17%), corazón (endo-
carditis 12%), piel y partes blandas (11%), dispositivos
intravasculares (5%), tracto gastrointestinal (5%), pul-
monar y cavidad oral (2%).
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Tanto la clínica como las regiones afectadas fueron
iguales a lo encontrado en la bibliografía.
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Predominó la
ebre y el dolor lumbar, pero a diferencia a lo descrito en
otras series,
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ningún paciente presento décit neurológico
asociado, donde puede llegar alcanzar hasta el 27% de los
síntomas.
La región lumbar fue la más afectada, destacándose
que en todos los pacientes del trabajo se encontró asocia-
do abscesos en diferentes regiones, pudiéndose relacionar
a la demora de 50 días en el diagnóstico y a la semejanza
de los síntomas con otras patologías comunes en esta po-
blación susceptible, llegando al diagnóstico en momentos
avanzados loco regional de la patología.
Fue posible documentar bioquímicamente un des-
censo tanto de glóbulos blancos como de los reactantes de
inamación (VES y PCR) a las dos semanas posteriores al
inicio del tratamiento endovenoso. Estos marcadores bio-
químicos aportan datos sensibles pero no especícos, la
velocidad de eritrosedimentación esta elevada en >90%,
aunque su especicidad es baja; la PCR suele aportar aun
mayor sensibilidad, pero carece de especicidad; el re-
cuento de glóbulos blancos suele estar elevado en menos
de la mitad de los casos.
14, 15
El estudio por imágenes que posee mayor especici-
dad y sensibilidad llegando al 96 y 92% respectivamente
es la RM.
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Los hemocultivos son positivos en un 58%
de los casos (con un rango entre el 30 y el 78%) y pueden
identicar al organismo causante.
6,12
Si bien; cuando no puede identicarse el germen
causante por los hemocultivos; el "gold standard" es una
biopsia ósea diagnostica guiada por tomografía computa-
da, la cual puede alcanzar un 75% de resultados positivos.
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Los resultados del presente estudio no se correlacionan
con ello, ya que solo se obtuvo un cultivo positivo por
medio de punción y todas las biopsias efectuadas fueron
negativas, tal vez vinculado con el tamaño muestral.
El objetivo del tratamiento de los pacientes con es-
pondilodiscitis es la erradicación de la infección, preserva-
ción o restauración de la estabilidad, décits neurológicos
y aliviar el dolor.
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El tratamiento conservador constituye
la norma de atención en la mayoría de los pacientes. En
este contexto, los antibióticos apropiados en combina-
ción con regímenes no farmacológicos, como la inmo-
vilización y la sioterapia, son ecaces en la mayoría de
los casos.
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El tiempo durante el cual debe realizarse tratamiento
antibiótico endovenoso no está totalmente dilucidado, ya
que no hay estudios aleatorizados que así lo certiquen.
De todos modos la mayoría de expertos recomiendan al
menos 2 semanas de tratamiento y luego el paso a vía oral
con antibióticos con buena bio-disponibilidad y penetra-
ción ósea y en el disco intervertebral.
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El tiempo total
de tratamiento en esta serie fue como el indicado por la
bibliografía. Hubo tratamientos antibióticos endoveno-
sos más prolongados a la media publicada, quizá asociado
a estadías prolongadas de los pacientes en contexto de la
complejidad del abordaje del adulto mayor y de sus múl-
tiples comorbilidades.