Rev. Méd. RosaRio 88: 44-45, 2022  
CURIOSIDADES EN MEDICINA  
LAS BABOSAS DE SARAH ANN C.  
diego BéRtola  
Cátedra de Clínica Médica, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Rosario  
Servicio de Clínica Médica, Hospital Provincial del Centenario, Rosario  
Según un viejo adagio periodístico, si el titular de le permite sobrevivir adherido a la mucosa en un mi-  
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una nota contiene una pregunta, la respuesta correcta es croambiente circundante menos agresivo. Pero aunque  
siempre “no”. Por ejemplo, “¿podría ser X la cura de la algunos organismos pueden subsistir en condiciones tan  
CoViD-19?”; formulado de esa manera, no importa que extremas, se sabe bien que las babosas no se encuentran  
X sea “ivermectina”, “dióxido de cloro” o “vitamina D”, entre ellos.  
la respuesta será siempre en primera instancia “no”. Esta  
Sin considerar obviamente estas nociones cien-  
regla práctica muy confiable, a veces conocida como Ley tíficas, posteriores a la época de su publicación, el Dr.  
de Betteridge,1 puede aplicarse apropiadamente al titu- Dickman ofrece una posible explicación a los síntomas  
lar de un artículo publicado en e Lancet en octubre de originales de la joven paciente: Durante el verano, ella  
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859 por el Dr. David Dickman: “Can the Garden Slug había ido con frecuencia al jardín y comido libremente  
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Live in the Human Stomach? ¿Pueden las babosas de de sus vegetales, especialmente de lechuga, que le gusta-  
jardín vivir en el estómago humano? Siguiendo la cohe- ban mucho. Me parece que una familia de babosas muy  
rencia del razonamiento antes propuesto, y sin reparar jóvenes se había estado alimentando de lechuga, que la  
demasiado en conceptos fisiopatológicos, la respuesta niña había tragado con muy poca masticación, y el jugo  
correcta es de hecho “no”. Vale la pena, no obstante, leer gástrico no era lo suficientemente fuerte para actuar so-  
el caso del Dr. Dickman, aunque solamente sea para sor- bre ellas cuando estaban vivas, se alimentaban y crecían  
prenderse de su inmensa credulidad: “Sarah Ann C., de en su nueva habitación a sus dimensiones habituales.”  
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2 años, se había quejado durante los últimos dos meses De ser así, estas babosas deberían haber sobrevivido en  
de sentirse enferma a veces, especialmente después de el estómago de la niña durante días… ¡o incluso sema-  
las comidas. El cinco de agosto pasado vomitó una gran nas! Además, proporcionarle a estos moluscos su dieta  
babosa de jardín, que estaba viva y muy activa. El día 6, favorita habría sido un factor necesario para explicar el  
ella vomitó otras dos, ambas vivas; y en la noche del día fenómeno, conjetura el crédulo colega. Posiblemente los  
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sufrió violentos vómitos y dolores cólicos, y vomitó intentos de teorizar acerca de tan extraño, inédito y du-  
cinco más, de varios tamaños, la más pequeña de cinco doso caso, en el contexto histórico que ocurren, exone-  
centímetros de largo, todas ellas vivas.” ran al Dr. Dickman de cualquier juicio sobre su posible  
Esto es, por supuesto, extremadamente inverosí- disposición a creer cualquier tontería que le contaran.  
mil. El estómago es un ambiente muy hostil, con un Las babosas de jardín (Arion hortensis) son molus-  
pH de entre 1,5 y 3, que ocasiona la destrucción de casi cos terrestres que, además de no poseer la capacidad de  
todos los microorganismos. Como resultado, hay menos sobrevivir en los jugos gástricos, tampoco son conside-  
de 10 bacterias vivas por mililitro de jugo gástrico, que rados patógenos por sí mismos para la especie huma-  
son en su enorme mayoría Streptococcus, Staphylococcus, na. No obstante, las babosas y los caracoles contienen  
Lactobacillus, Peptostreptococcus spp. y escasas levaduras muchos parásitos, que los han elegido como huéspedes  
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de Candida spp. Un caso especial es el del patógeno de manera preferencial, ya que son alimento para mu-  
Helicobacter pylori, que posee la capacidad de liberar la chos otros animales, lo que permite completar el ciclo  
enzima ureasa y generar amoníaco a partir de la urea, de vida en varias etapas. Entre esos parásitos están los  
neutralizando parcialmente la acidez gástrica, lo que nematodos del género Angiostrongylus, que incluye dos  
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CuRiosidades en MediCina  
especies: Angiostrongylus costaricensis y Angiostrongylus y lentos huéspedes. No obstante, para reproducirse un  
cantonensis. Ambos son capaces de ocasionar enferme- gusano pulmonar joven debe encontrar el camino de re-  
dad en los seres humanos; mientras que primera de las greso a un rata, lo que generalmente sucede cuando un  
especies ocasiona formas clínicas abdominales similares roedor se come un caracol o una babosa infectados. Una  
a otras nematodosis gastrointestinales, Angiostrongylus vez dentro del múrido hospedero, los gusanos se dirigen  
cantonensis (conocido como el “gusano pulmonar de las al cerebro para madurar parcialmente, y luego a las arte-  
ratas”) es una causa muy importante de meningoencefa- rias pulmonares, donde finalmente se aparean y el ciclo  
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litis eosinofílica. Existen reportes de esta inusual y grave normal resulta así cerrado. Cuando una persona come  
enfermedad parasitaria del sistema nervioso central en una babosa parasitada, al igual que en una rata, el nema-  
personas que ingieren babosas de jardín o caracoles cru- todo ingerido se dirige al cerebro, en busca de un nicho  
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dos. Esto suele ocurrir de manera accidental en niños,  
para madurar. Si bien la mayoría de las larvas mueren  
o bien como parte de desafíos y retos en adolescentes y antes de llegar al encéfalo por la acción del sistema in-  
adultos.8  
mune, algunas logran penetrar la barrera hematoence-  
Como lo sugiere su nombre coloquial, Angiostron- fálica. Provocan de esta manera, la meningoencefalitis  
gylus cantonensis pasa parte de su vida en los pulmones eosinofílica, infección de curso variable, a veces crónica,  
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de las ratas. De tanto en tanto, las ratas infectadas ex- invalidante y mortal.  
pectoran larvas, y se tragan algunas de ellas. Éstas re-  
Tal como dicta nuestro instinto, no deben co-  
corren el intestino y se depositan en sus heces, que son merse babosas. Si alguien necesitara un motivo para  
deglutidas a su vez por caracoles o babosas. Durante al- no hacerlo, evitar la meningoencefalitis eosinofílica por  
gún tiempo, los parásitos crecen dentro de los nuevos Angiostrongylus cantonensis parece ser una buena razón.  
Referencias  
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Betteridge I. TechCrunch: Irresponsible journalism. http:// 6. Cowie R. Pathways for transmission of angiostrongyliasis  
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Morris T. e slugs and the porcupine. http://www.  
thomas-morris.uk, 2017.  
Dickman D. Can the garden slug live in the human  
stomach? Lancet 74:337, 1859.  
and the risk of disease associated with them. Hawaii J Med  
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7. Lindo JF, et al. Fatal autochthonous eosinophilic  
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cantonensis. Am J Trop Med Hyg 70:425-8, 2004.  
Sherwood L, Willey J, Woolverton C. Prescott‘s 8. New D, Little MD, Cross J. Angiostrongylus cantonensis  
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