Rev. Méd. RosaRio 88: 92-97, 2022  
FANTASÍAS CON EL CELLO  
No todo tiempo pasado fue mejor  
Nel mezzo del cammin di nostra vita, mi ritrovai como un grupo distinto a los de viola da gamba.  
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per una selva oscura ché la diritta via era smarrita.  
–Hasta donde sé, las primeras presentaciones de la  
¡Qué bueno tenerlo por acá, de veras muy agra- estirpe “violinesca” tuvieron lugar en el norte de Italia  
decido por haberse acercado, podrá imaginarse que uno alrededor de 1530. Tenían que ver con lo que hoy lla-  
viene haciendo malabares como para no perderse en mamos violines, violas y violonchelos. Los violonchelos  
questa selva selvaggia e aspra e forte che nel pensier rinova más antiguos que se conservan fueron confeccionados  
la paura.2  
por Andrea Amati, un pionero de esa célebre familia de  
Amico mio, lo ocurrido en estos últimos meses luthiers.  
–Le consulto, ¿violoncello en italiano vendría a  
casi hasta tiene ribetes de una representación dantesca.  
Ya lo creo. No sé usted, pero esta suerte de os- significar “pequeño violone” o viola grande?  
tracismo al que hemos sido confinados atraviesa hasta –Exacto. La raíz viola, deriva del latín medieval  
la madera más noble y uno termina impregnado de una vitula, que significa instrumento de cuerda.  
añoranza nunca experimentada. –He estado husmeando un poco y al parecer, el  
Para serle sincero he venido pensando mucho en violonchelo puede haber sido utilizado a modo de bajo  
su obligada reclusión apartado del trajinar diario de los continuo en obras de Francesca Caccini en Florencia y  
ensayos y los conciertos… de ese ajetreo suyo y también Barbara Strozzi en Venecia en la primera mitad del siglo  
mío que con toda la sobrecarga que a veces nos propicia, XVII.  
sazona sin embargo el diario vivir y le otorga valía al  
estar siendo.  
–Probablemente, sé que el mismo Monteverdi  
hizo referencia a un basso de viola da braccio o violín bajo  
Total coincidencia. Definitivamente, he llegado a que podría haber sido un antepasado del violoncello.  
aprender que todo es comparado con qué. Así pues, me  
prometí no volver a renegar de cuestiones que a la luz de  
esta pandemia no son más que nimiedades.  
–Allí es precisamente donde quería llevarlo.  
–¿Monteverdi?  
–Ocurre que en él confluye la cuestión musical y  
Aplaudo su decisión y ya querría hacerla mía, las peripecias vinculadas al brote de peste bubónica que  
pero los mortales solemos olvidarnos pasado un tiempo, se dio en el norte de Italia entre 1629 y 1631.  
de lo cual no me siento eximido. –¿Estamos hablando de una enfermedad parecida  
a esta pandemia?  
–Nada que ver, estaba ocasionada por una bacte-  
No deje de intentarlo.  
De eso se trata… Mientras me decidía a visitarlo,  
pensaba que la ocasión es buena para rememorar histo- ria, la Yersinia pestis.  
rias tanto o más complicadas que las actuales, en tiem-  
pos donde ustedes justo comenzaban a incursionar en el  
campo de la gran música.  
–¿Qué es en buen romance?  
–Viene a ser un microbio mucho más grande,  
comparado con el virus, que infecta a las ratas y sus inse-  
parables pulgas, las cuales también nos pican a nosotros  
No entiendo adónde quiere llegar…  
Calma, ya verá que sí. Si no estoy equivocado y así nos terminan transmitiendo el intruso.  
la familia “violín”, incluidos los instrumentos del tama-  
ño de un violonchelo, surgió a principios del siglo XVI  
–¿Y cómo fue que se expandió en esa región?  
–La enfermedad habría sido llevada a Mantua por  
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A mitad del camino de la vida, en una selva oscura me encontraba porque mi ruta había extraviado.  
¡…esta salvaje selva, áspera y fuerte que me vuelve el temor al pensamiento! La Divina Comedia, Canto  
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las tropas francesas y alemanas como parte de la disputa del “canon” que tanto estaba haciendo falta.  
por el ducado tras el fallecimiento del duque Vicente  
Gonzaga II en 1629.  
–Un gran cremonés al igual que los Amati.  
–Dicho sea de paso, la ciudad también fue la cuna  
Pero Monteverdi hacía rato que se había trasla- de Antonio Stradivari y Giuseppe Guarneri.  
dado a Venecia.  
–Por cierto… Cuando uno revisa la historia del  
arte es difícil encontrar un ejemplo que emparde con lo  
ocurrido en la Italia de aquel tiempo. Tantas veces me he  
Es que la enfermedad se fue extendiendo.  
Perfecto.  
La retirada del ejército alemán hacia el norte, preguntado el por qué.  
–Si bien no ha de corresponder a una única cau-  
permitió que inicialmente el brote se corriera a Milán.  
Sus autoridades creían que los decesos estaban ocasio- sa, los mecenazgos y las firmes decisiones de las grandes  
nados por emanaciones pútridas de los pantanos y les familias que controlaban esas ciudades-estado deben ha-  
costó bastante entender que el problema bien podía ser ber contribuido bastante. Pero nada ocurre de buenas  
de otra índole.  
a primeras, los siglos precedentes fueron preparando el  
terreno para que en un determinado momento se pro-  
¿La medicina ya sabía de este germen?  
Ni por las tapas, la idea de estos animálculos dujera el salto cualitativo.  
como responsables aparecerá un par de siglos después.  
En paralelo, otros sostenían que se debía a la presencia  
–Los Medici, por ejemplo.  
–A no dudarlo, para mi gusto fueron eximios re-  
de individuos indignos abocados a esparcir ungüentos presentantes de esa prosapia de bienhechores.  
pestíferos, “los untadores”. El temor a los untos hizo  
que nadie usara capa, para evitar cualquier roce con ropa  
contaminada.  
–¿Cuándo entraron en escena?  
–A partir de su posición de banqueros, comienzan  
a ocupar el poder político en la segunda mitad del siglo  
XIV, a poco de que aquella Europa saliera de otra gran  
Digamos que eran presa del terror.  
Razones no faltaban, en el pico de la epidemia epidemia.  
Milán llegó a registrar 3.500 decesos en un día, y en  
su conjunto fallecieron unas 60.000 personas de los  
–¿Como la de 1630?  
–Peor aún, es lo que hoy se llama la segunda gran  
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30.000 habitantes que tenía la ciudad.  
plaga.  
Pero ¿dónde entra Monteverdi?  
Verá usted, así como la plaga se cobró la vida de  
–¿Tan así de calamitoso?  
–Fue un brote que llegó a esparcirse por todo el  
unas 280.000 almas, entre 1630 y 1631 Venecia perdió continente. La enfermedad habría arrancado en China  
una tercera parte de sus 140.00 ciudadanos. alrededor del año 1331 y se extendió por vía de las rutas  
¡Ahora sí, el maestro debe haber estado muy pre- comerciales, marítimas y terrestres a ciudades del Me-  
ocupado!  
diterráneo.  
–En aquellos tiempos los eventos no se daban de  
su asistente en San Marcos y el compositor Alessandro un día para el otro.  
Para colmo de males, entre las víctimas estaba  
Grandi. Su hermano menor, Giulio Cesare, también  
–Sin duda. Arribó a Italia en 1348 y cuando el  
murió en esa época, y todo lleva a pensar que a causa mal desapareció, tres años después, la tasa de mortalidad  
de la peste.  
oscilaba entre un 25 y 50 por ciento, según la población  
Sé que Monteverdi fue admitido en la tonsura en en cuestión.  
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631, y ordenado sacerdote durante 1632.  
–¡Por todos los cielos! Y ¿qué les producía?  
Exacto, se cuenta que la epidemia lo ayudó en esa  
–La forma más común presentaba bubones en la  
decisión, incluso compuso una misa para la liberación axila o la ingle; que podían extenderse a otras partes del  
de la plaga interpretada en noviembre de 1631. cuerpo, acompañado de unas manchas negras o mora-  
Un dato que sirve para entender un poco más das como consecuencia de hemorragias internas, suma-  
sobre su vida. En lo particular, Monteverdi fue quien do a fiebre muy elevada.  
supo articular el tardo renacimiento con el primer ba-  
–La aparición de esos bubones anticipaba el curso  
rroco; como dijera Gabrielle D´Annunzio era il divino fatal, me imagino.  
Claudio.  
–En líneas generales el deceso se producía dentro  
Muy cierto, nos olvidemos que dotó a la ópera de una semana. Pero también existía una variante que  
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afectaba el aparato respiratorio y se transmitía por vía desesperación.  
aérea la cual provocaba la muerte en un par de días.  
–La gente consideraba que usar sanguijuelas, ba-  
Igualmente podía darse una forma septicémica o enve- ñarse en orina humana, usar excrementos, o colocar  
nenamiento de la sangre.  
animales muertos en las casas podían proteger de la  
enfermedad. Otra medida preventiva implicaba matar  
¿Y qué explicación se daba?  
Debido a la fuerte asociación entre religión y perros y gatos locales, creyendo que de alguna manera  
salud, algunos interpretaron a la enfermedad como un reducirían la propagación de la pestilencia.  
modo de persuasión para apartarse de actos pecamino-  
sos.  
– ¿A nadie se lo ocurrió pensar en las ratas?  
–Evidentemente no. Por suerte con el tiempo, las  
autoridades comenzaron a advertir que después de una  
Nada nuevo bajo el sol.  
Otros buscaban chivos expiatorios dentro de las gran reunión, enfermaban más personas mientras que  
distintas comunidades.  
una menor exposición reducía la probabilidad de con-  
tagio, con lo cual empezaron a evitar la cercanía con los  
¡Los judíos seguramente!  
En primera fila secundados por leprosos y otros enfermos.  
grupos minoritarios. Castigar a estas gentes se volvió  
acostumbrado en algunas regiones, y muchos inocentes  
–Un poco de racionalidad al fin.  
–De ser posible, los apestados eran enviados a ca-  
fueron quemados vivos. En Mainz, por ejemplo, unas sas de plagados para vivir en aislamiento con enfermos  
2.000 personas fueron eliminadas por “ocasionar” la de similares características. Los no afectados, por su par-  
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enfermedad.  
te, procuraban abandonar el lugar ante el primer signo  
La historia de la humanidad nunca termina de de enfermedad, cuanto más lejos mejor.  
estremecerme.  
–Ya existía esta historia de la cuarentena.  
El desconcierto debe haber sido total, y como  
–Le cuento. Italia comenzó a exigir que los viaje-  
tampoco contaban con suficientes médicos ni curande- ros permanecieran unos 30 días en la actual Dubrovnik.  
ros, la gente recurrió a un menú de posibilidades vario- Quienes se mantenían sanos durante ese tiempo podían  
pintas.  
después ingresar a la península. Ese período se extendió  
Si la enfermedad era un castigo de Dios, rezar 10 días más y de ahí deriva la bendita palabra.  
debe haber sido una opción lógica.  
Por supuesto. Algunas comunidades patrocina-  
–Efectiva y angustiante al mismo tiempo.  
–Como dicen ahora ajo y agua. En Milán, la regla-  
ron reuniones de oración, y los sacerdotes encabezaban mentación establecía que las viviendas de los enfermos  
grandes procesiones, pidiendo perdón para que Dios los debían estar selladas  
apartara de ese mal. Las velas fueron vistas como algo  
beneficioso y se las encendían como ofrendas a Dios. Le  
–¡Qué despiadados!  
–Pero los resultados como medida de control eran  
cuento que, en Barcelona, habían confeccionado una de positivos, y a otra cosa mariposa.  
cuatro millas de largo para rodear la ciudad y protegerla. –Se me hace que los médicos también se sintieron  
compungidos.  
–Si bien algunos curanderos y médicos deben ha-  
Lo que se dice un vero capolavoro.  
¡Qué le parece! En Siria se llegó a concluir que  
el ayuno y la oración eran los mejores remedios. Da- ber abandonado la ciudad ante el arribo de la plaga cer-  
tos históricos refieren, incluso, que en una mezquita se cana, muchos se quedaron para atender a los enfermos.  
congregaban judíos, cristianos y musulmanes para orar Utilizaban dos métodos de protección personal. Por un  
juntos, y apelar a la misericordia divina.  
lado, resguardar completamente sus cuerpos empleando  
Me atrevo a decir que no habrán faltado quienes largas batas de cuero; y por el otro cubrirse el rostro con  
se infringieron una suerte de autocastigo.  
máscaras que simulaban picos de pájaro, destinadas a  
Desde luego. Algunos concibieron que para ma- contener hierbas aromáticas, antiplaga supuestamente.  
yor beneficio también era necesaria la flagelación. En  
–Por cierto, son imágenes con las que me he topa-  
algunas partes de Europa, grupos de hombres viajaban do muchas veces, no sabía que obedecía a esta cuestión  
de pueblo en pueblo azotándose unos a otros. odorífero-preventiva.  
Uno se imagina que el arribo de la plaga a una –Los curanderos en tanto fumigaban el aire cuan-  
comunidad debe haber sumido a los habitantes en la do visitaban a una persona enferma.  
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¡Se pertrechaban bien los muchachos!  
Llevaban una suerte de “incienso portátil” capaz pesinado y los acomodados posicionados por debajo de  
–Así es. Como resultado de estos vaivenes, el cam-  
de contrarrestar los “vapores” de la plaga. Cuando nada la nobleza comenzaron a ganar mejores sitiales en la so-  
de esto estaba disponible, tras la visita al paciente, el ciedad.  
sanador recurría a compuestos olorosos dotados de pro-  
piedades limpiadoras.  
–A ver, la escasez de mano de obra hizo que los po-  
derosos tuviesen que ser más permisivos a las demandas  
Quizás el temor haya promovido una ruptura en de los trabajadores.  
el orden social, con pocas personas dispuestas a ayudar  
a los enfermos.  
–¡Bravo! Incluso con este nuevo estado de cosas,  
surgió un acuerdo por el cual el arrendatario podía hacer  
Ha dado en el clavo. Los hospitales eran prin- uso de su ingenio para volver a la tierra lo más prove-  
cipalmente para los viajeros o los pobres, por lo que la chosa posible.  
gente permanecía en sus hogares sola o con familiares  
–Sectores sociales hasta ese momento relegados  
para su cuidado. Era muy infrecuente que los vecinos se empezaron a hacer oír su voz, entonces.  
ayudaran entre sí, y con la alta tasa de mortalidad, el úl-  
–¡Nuevos aires! El protagonismo incluso llegó a  
timo sobreviviente del grupo a menudo no tenía quien darse en los ámbitos con poder de decisión, según las  
cuidara de él o de ella.  
características de cada nación.  
También habrá habido suicidios.  
–Que para el caso de Italia se concentraba en las  
Admitamos que sí. En paralelo se necesitaron ciudades estados.  
más sitios para la sepultura con el agravante de que el  
Bravissimo! Para las artes esto constituyó una  
número de hombres sanos a cargo de los sepelios iba en suerte de plusvalía puesto que las decisiones para apo-  
disminución. Al principio, la gente llevaba los cuerpos yarlas estaban bajo la égida de pocas personas.  
de sus seres queridos a las iglesias, pero posteriormente  
se recurrió a fosas comunes porque la situación era des-  
bordante.  
–Más fácil decidir.  
–Y si le quiere sumar otro ingrediente, la caída de  
Constantinopla hizo que muchos eruditos buscaran re-  
En función de lo que escucho tengo una pregun- fugio en Italia.  
ta que espero pueda responderme.  
–Pero también convengamos que el Trecento ita-  
Si está en mis posibilidades con mucho gusto.  
liano constituyó un período de una notoria actividad  
¿Puede que esta gran sacudida continental haya artística sea la pintura, arquitectura, literatura como la  
música.  
–Naturalmente, aparecieron nuevas formas de ex-  
tenido que ver con los sucesos de la centuria siguiente?  
Interesante su planteo, mi respuesta va en esa di-  
rección e intentaré fundamentarla.  
presión, como la canción profana en italiano.  
¡Soy todo oídos!  
–Fíjese usted que aun cuando el lenguaje musical  
Pues verá usted. Durante los siglos previos a la estaba más relacionado con la música del tardío medioe-  
llegada de la peste negra, la población de Europa había vo, hay una especie de anticipo renacentista. No sé...  
crecido de manera constante y la economía había mejo- estoy pensando en Francesco Landini, los madrigales y  
rado, generando más demandas a la agricultura y conse- la cadencia que lleva su nombre muy frecuentada en la  
cuentemente mayores precios de los alimentos.  
polifonía que floreció después.  
¿Y con eso?  
–El corolario, en definitiva, es que tras una hora  
Por tanto, era más fácil para los terratenientes tan oscura como aquella horrible epidemia, el mundo  
oprimir a los pobres y tener la situación bajo control. recobra fuerzas, se reorganiza, recompone y emprende  
Los campesinos no sólo tenían una injusta paga, sino una nueva senda.  
que estaban mal alimentados, con poco acceso a cual-  
quier forma de atención si enfermaban.  
–¡Que viva el renacimiento!  
–Ustedes incluidos.  
Pero vino la plaga…  
–Después vinieron otros desarrollos. Alrededor de  
Que diezmó particularmente a las clases más ba- 1700, los músicos italianos popularizaron el violonchelo  
en el norte de Europa, aunque el violín bajo se siguió  
jas.  
Digamos que se produjo un cambio en la rela- utilizando durante otras dos décadas en Francia.  
ción de poder.  
–Pero muchos violines bajos fueron reducidos de  
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tamaño para convertirlos en violonchelos de acuerdo currencias, aunque menos devastadoras, más que nada  
con el patrón desarrollado.  
en la zona mediterránea, en la medida que a la región  
arribaban personas carentes de inmunidad.  
–No entiendo.  
–Cuando nos infectamos con un microbio el cuer-  
po desarrolla una respuesta defensiva que permanece  
almacenada cual especie de recuerdo, por si nos volvié-  
¡Nosotros también tenemos nuestra historia!  
Mucho más placentera, por cierto.  
Tengo otra pregunta en el tintero.  
Que salga a la luz, pues.  
¿Por qué la segunda gran plaga?  
Es que la peste bubónica no fue la primera en- ramos a topar con ese agente.  
fermedad generalizada con la que se topó este mundo  
más próximo.  
–¿Y entonces?  
–Llegado el caso, nuestro organismo responderá  
rápida y consecuentemente la nueva infección será de  
¿Hubo otra?  
Vaya uno a saber cuántas. La historia escrita da poca monta… nos habremos vuelto inmunes.  
cuenta de una anterior, llamada la plaga de Justiniano,  
que se había extendido por el Imperio Bizantino entre  
los años 541 y 542.  
–Ahora sí.  
–Por razones que siguen sin aclararse, cierto es que  
alrededor del año 750, la enfermedad cesó de propa-  
garse.  
¿Justiniano fue el emperador de Oriente?  
Ciertamente, en su empresa de reunir al Imperio  
–Para bien de la humanidad.  
Romano, para el 540 había conquistado todo el norte  
–Ya lo creo, de todos modos, aquella plaga tuvo  
de África y Italia. Sus ejércitos marchaban por el norte un gran impacto en la historia de occidente. Justiniano  
de Italia, Francia, Bélgica, Suiza occidental, incluso re- estaba a punto de reunificar los Imperios, pero la peste  
giones de los Países Bajos y Alemania; pero fueron frena- se lo impidió, por así decirlo.  
dos por un contraataque, porque las tropas habían sido  
menguadas por la plaga.  
–Al fin y al cabo, estas enfermedades han tenido  
una notoria influencia sobre el devenir histórico de las  
¿Se trataba de la misma enfermedad del siglo distintas civilizaciones.  
XIV?  
–Estoy absolutamente convencido de eso, ejem-  
Aparentemente sí.  
plos abundan. Sin ánimo de seguir cargando las tintas le  
Había comenzado en Egipto y luego se disper- cuento que el mismo Pericles falleció durante la plaga de  
só, a través de los barcos transportadores de granos que Atenas en el año 429 antes de Cristo.  
también llevaban ratas y pulgas. Desde el Imperio Bi-  
zantino se extendió tan al norte como Dinamarca mien-  
tras que hacia el oeste llegó hasta Irlanda.  
–¿Aquel del Siglo de Oro?  
–El mismo que viste y calza. Según Tucídides, su  
desaparición fue un desastre para Atenas, habida cuenta  
que sus sucesores no estaban a su altura. En sus textos,  
¿Tuvo la misma gravedad?  
Durante su apogeo, la virulencia fue casi tan des- el escritor anticipa lo que será el fin de la gloria y mag-  
tructiva como la peste bubónica. Según el historiador nificencia de la ciudad.  
bizantino Procopio, esta plaga mató a 10.000 personas  
por día en Constantinopla. La precisión de una esta- miento.  
dística de tantos siglos atrás no se puede verificar; otros  
–Me quedo con el medio vaso lleno del Renaci-  
–Es que el arte también ha servido de alivio para  
sostienen que el número más cercano habría sido unos los dolores de la vida, su gran objetivo a la postre es la  
.000 diarios. persona humana.  
–Dentro de las 4 últimas canciones de Richard  
Aproximadamente el 40 por ciento de los habi- Strauss, una de ellas es la síntesis poético-musical más  
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Lo cual sigue siendo un horror.  
tantes de Constantinopla y hasta el 25 por ciento de perfecta, para mi gusto, de los sentimientos experimen-  
la población del Mediterráneo oriental podría haber tados por alguien que ve la bandera de llegada.  
muerto durante esta primera ola de la plaga. Los cuerpos  
quedaban apilados al aire libre porque los espacios y los  
enterradores no daban abasto.  
–¿Estamos hablando de Im Abendrot?  
–Si claro, con el texto del poeta Joseph von Ei-  
chendorff.  
–En verdad Strauss allí alcanza un nivel superlati-  
¿Y un buen día desapareció?  
Lamentablemente con esta plaga, se dieron re- vo en su andanada lírico-espiritual postromántica.  
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¡Y las cuerdas nos sentimos a nuestras anchas con  
esa partitura!  
La música tiene una magia capaz de transportar- importuna, querría pedirle algo muy caro a mi sentir.  
–Sea bendita per secula seculorum…  
–Veo que se está alistando para el retiro y si no le  
nos a un sitio donde las cosas aparecen más llevaderas y  
–Haga votos para que podamos volver a los con-  
ciertos.  
Regalo de los dioses y sus musas. –Al Todopoderoso, la ciencia, los astros y la raza  
Quienes hayan sido, dotaron al mundo con se- humana, cuente con ello.  
el dolor tiene menos chance de lastimar.  
millas de talentos para que en algunos mortales germi-  
nara el milagro de la creación artística.  
Gratias tibi.  
–¡Tenga que presente que mi intención es saludar-  
También le hemos cantado a las penas.  
¡Oh sí, y sin embargo entre esas elegías habita  
lo desde la platea!  
–¡Que así sea y cruce los dedos!  
una suerte de feliz tristeza por algo que una vez poseí-  
mos!  
OSCAR BOTTASSO  
¡Larga vida a la música, pues!  
Im Abendrot  
En el atardecer  
Wir sind durch Not und Freude  
gegangen Hand in Hand;  
Hemos atravesado necesidad y felicidad  
cogidos de la mano;  
vom Wandern ruhen wir beide  
nun überm stillen Land.  
descansamos del camino  
en el campo silencioso.  
Rings sich die Täler neigen,  
es dunkelt schon die Luft.  
Zwei Lerchen nur noch steigen  
nachträumend in den Duft.  
Alrededor, se inclinan ya los valles  
oscureciendo el día  
mientras dos alondras se alzan  
ensoñadoramente en el éter.  
Tritt her und lass sie schwirren,  
bald ist es Schlafenszeit.  
Dass wir uns nicht verirren  
in dieser Einsamkeit.  
Ven y déjalas correr  
pronto es hora de dormir  
y así no nos perderemos  
en esa soledad.  
O weiter, stiller Friede!  
So tief im Abendrot.  
Wie sind wir wandermüde––  
Ist dies etwas der Tod?  
Lejana, calmada paz  
tan profunda en el crepúsculo.  
Qué cansados estamos del camino,  
¿es esto quizás la muerte?  
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