
esTenosis CongéniTa de la aPeRTuRa PiRifoRMe: PRiMeR RePoRTe de Caso PeRuano
REVISTA MÉDICA DE ROSARIO 103
El tratamiento puede ser conservador (médico) o
quirúrgico, según la gravedad de los síntomas del pa-
ciente y el diámetro de la apertura piriforme al nivel del
meato inferior.
5,6
Un diámetro de la apertura piriforme
en la tomografía computarizada < 5 – 6 mm tiene ma-
yor probabilidad de requerir cirugía.
1–3,6,8
El tratamiento de primera línea (médico) consiste en in-
tervenciones conservadoras como irrigación nasal con solu-
ción salina, succión, descongestionantes nasales, esteroides
nasales, terapia antirreujo, presión positiva continua en las
vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés) y terapia
con cánula nasal de alto ujo.
2,3,5,10
Sin embargo, Marru-
go Pardo et al. no recomiendan descongestionantes tópicos
debido a los posibles efectos adversos en los recién nacidos.
3
Las intervenciones de primera línea deben realizarse hasta
dos semanas antes de considerar la cirugía.
5
La vía aérea
puede asegurarse con un tubo nasofaríngeo.
3
Sin embargo,
puede causar más obstrucción, daño a la mucosa, sinequias,
perforaciones septales y laceraciones en el paladar, la base de
la lengua o la epiglotis.
3
Algunos pacientes con tratamiento
médico y crecimiento normal mejorarán su permeabilidad
nasal y evitarán la cirugía.
3
De hecho, algunos autores infor-
man tasas de resolución de los síntomas del 80-90%.
2
El fra-
caso del tratamiento médico se caracteriza por la persisten-
cia de síntomas, como sibilancias, incapacidad para retirar el
apoyo ventilatorio, apnea del sueño o falta de crecimiento.
5
Cuando las intervenciones de primera línea fallan, está
indicado hacer una incisión sublabial y la perforación de
los márgenes inferolaterales de la apertura piriforme, se-
guido de la colocación bilateral de un stent durante 2 a 4
semanas.
5,10
Cabe destacar que este abordaje tiene una tasa
de fracaso del 14% y un riesgo de dañar el conducto naso-
lagrimal con la subsiguiente estenosis, deterioro del desa-
rrollo del esqueleto óseo facial y nasal, y daño a los brotes
dentales.
5,10
La técnica endoscópica endonasal podría re-
ducir estas complicaciones.
5
Al nal del procedimiento, la
mucosa incisa puede reposicionarse y suturarse para cubrir
el hueso denudado, lo que podría causar formación de ci-
catrices y tejido de granulación excesivo.
5
Cuando se obtie-
ne un revestimiento mucoso adecuado, se puede evitar la
colocación de un stent nasal y se pueden colocar férulas de
silicona a lo largo del tabique nasal para prevenir sinequias
postoperatorias.
5
La irrigación nasal salina postoperatoria
es esencial para limpiar las fosas nasales y, siempre que sea
necesario, se puede administrar tratamiento médico para
promover la curación y prevenir la reestenosis.
5
Una alternativa antes de la cirugía es la dilatación
con balón a través de la apertura nasal anterior.
2,3,5
Esta
técnica utiliza una ligera compresión concéntrica que se
produce con la dilatación con balón y la plasticidad na-
tural del tejido óseo/cartílago del esqueleto maxilofacial
en el recién nacido, secundaria a los estrógenos mater-
nos al inicio de la vida.
5
La dilatación con dilatadores
uretrales de Hegars o de cloruro de polivinilo (PVC, por
sus siglas en inglés) y la colocación de stents es otra op-
ción.
2,3,6
La complicación de la dilatación y la colocación
de stents es la oclusión de los stents, los cuales requieren
una limpieza regular.
6
Las técnicas de dilatación causan
lesiones mínimas en los tejidos blandos.
6
Sin embargo,
en la mayoría de los casos se requiere cirugía.
5
Pueden ocurrir complicaciones en pacientes con
stents endonasales, incluyendo necrosis tisular o reeste-
nosis, si se retiran de manera tardía o temprana, respec-
tivamente.
11
Nuestro paciente presentó un diámetro de apertura
piriforme en la tomografía computarizada > 6 mm (6.5
mm). Por lo tanto, el tratamiento médico podría haber
sido suciente. Sin embargo, los síntomas no mejoraron
con un enfoque conservador. Desafortunadamente, en
Perú no existe experiencia en la realización de las técni-
cas quirúrgicas mencionadas anteriormente ni en pro-
cedimientos alternativos como la dilatación con balón.
Por lo tanto, como se ha descrito previamente en algu-
nos reportes, se realizó una traqueotomía, con lo cual los
síntomas remitieron.
12,13
conclusIón
En conclusión, la ECAP es poco frecuente, pero
debe considerarse como diagnóstico diferencial en re-
cién nacidos con dicultad respiratoria y cianosis cíclica.
Por lo tanto, es fundamental concientizar a los neonató-
logos sobre la ECAP. También es imperativo introducir
estrategias no médicas para esta afección en las institu-
ciones de salud peruanas a n de evitar la colocación de
un tubo de traqueotomía en pacientes con ECAP refrac-
taria al tratamiento médico.
Declaración de conictos de intereses: Los autores
declaran no tener conictos de interés.
Contribuciones de autoría: KTC fue responsable de la
conceptualización, metodología, recursos, investigación,
redacción del borrador original y aprobación manuscrito
nal. WP y MAV contribuyeron a la investigación,
redacción del borrador original y aprobación manuscrito
nal.
Financiamiento: Autonanciado.