MISCELÁNEAS / MISCELlANEOUS

Médicos de Rosario: el Dr. Juan Bautista Cuffia (1887-1985)

 

Sebastián Alonso

 

Correo electrónico: alonso@funescoop.com.ar

 

 

Juan Bautista Cuffia nació en Armstrong el 12 de marzo de 1887. Era hijo de José Cuffia y de Efigenia Pastore.1 Fue el sexto de quince hermanos.

 

Cuando Juan tenía algunos meses, sus padres viajaron a Rosario y dejaron a los hijos menores al cuidado de una niñera. Durante esos días Juan Bautista se cayó de una estiba y se quebró la cadera. Ésta se soldó mal y por eso toda la vida tuvo que usar un bastón para caminar.

 

Era costumbre en la familia, una vez completado el ciclo elemental de tres años en Armstrong, mandar a los hijos varones a completar los estudios en Rosario. Los hermanos Cuffia fueron internados en el colegio Hispano Argentino, y más tarde, Juan asistió al Colegio Nacional donde se graduó de bachiller.

 

Decidido a seguir la carrera de Medicina, en 1905 ingresó a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires. Fue practicante en el Hospital Italiano de Buenos Aires. Su tesis doctoral se tituló “Várices y su tratamiento quirúrgico”.2 Fue su padrino de tesis el Dr. Geronimo Vaquié, otorgándosele el título de médico el 13 de mayo de 1911.

 

Después de graduarse, Juan Bautista Cuffia y su compañero de estudios el Dr. Juan Esteban Milich, de Villa Constitución, abrieron un consultorio en Arroyo Cabral, Provincia de Córdoba. Pero a los pocos meses, el Dr. Cuffia fue convocado para hacerse cargo de la dirección del Hospital “San José” de Cañada de Gómez, donde permaneció tres años.


 

 

En 1913 fue nombrado médico de la Policía de Rosario. Fue también médico interno de la Asistencia Pública de Rosario, médico director de la Oficina Provincial de Trabajo, jefe de Sanidad Marítima Sección Rosario y médico inspector del “Centro Unión Dependientes”.

 

En 1916 construyó su sanatorio en el Barrio Echesortu, en Mendoza 3783 (esquina Castellanos), compartiendo la dirección del mismo con el Dr. Rafael J. Babbini. Integraban el cuerpo médico del “Sanatorio Cuffia” además de los nombrados, los doctores José Ameriso, Ricardo Puig, especialista en Rayos X; Emilio Eguren y Wilfredo Parody, pediatra. Ejercía como encargado del laboratorio químico el Dr. Manuel Sánchez. Este sanatorio fue modelo en la ciudad y fue central en la historia de ese barrio, al cual brindó un excelente servicio médico y de cirugía. El edificio, que todavía se conserva en parte, estaba rodeado de grandes jardines y una verja de hierro.

En el folleto publicitario en oportunidad a su inauguración leemos: “El sanatorio cuenta con todos los elementos indispensables para atender con el mayor esmero a los pacientes de clínica médica, cirugías y especialidades” y “consta de todo confort moderno, según podemos constatar por las impresiones del folleto adjunto”.3

 

  

 

El Dr. Cuffia organizó en su sanatorio una especie de obra social prepaga. Vemos en el folleto donde hace propaganda de la misma: “No ignorando esta Administración que uno de los mayores problemas que tiene que resolver todo jefe de familia es la situación que le crean las enfermedades, ha resuelto hacer llegar a todos, los beneficios que emanan de Instituciones que, como esta, desean honrar a quienes la crearon. A tal fin y mediante una insignificante cuota, ofrece a Vd. y a los suyos todas las comodidades que tiene Sanatorio de primer orden; todas las seguridades que ofrecen los vastos conocimientos de competentísimos médicos y toda la amplia y absoluta confianza que merece la Institución que lleva el nombre del Dr. Cuffia4. Agentes del sanatorio visitaban los hogares del barrio para hacersocios.



 

 

Los asegurados contaban con todos los servicios médicos y de laboratorio, internaciones, partos, “masajes, aplicaciones eléctricas, baños medicinales, gimnasia médica, etc.” En el caso de una operación, el asegurado debía pagar 60$ y 40$ por un parto. Si un familiar deseaba quedarse para acompañar al paciente, podía hacerlo abonando 4$ diarios en concepto de pensión. Si el paciente asegurado deseaba una habitación privada, se le descontaba el 40% del precio que regía para los noasociados.

 

La cuota anual para una persona era de 55$; para dos, 82$; para tres, 105$; para cuatro, 128$; para cinco, 144$; para seis, 158$; para siete, 168$; para ocho, 183$; para nueve, 195$ y para diez, 205$.

 

 

 

El sanatorio pasó en 1946 a manos de la Mutual de la Empresa de Tranvías y Trolebuses de Rosario (E.T.E.R.) y, desde el 1º de julio de 1985 a la “A.M.E.P.” (Asociación Mutualista Empleados Públicos de la Provincia”) 5.

 

Luego de vender el sanatorio, el Dr. Cuffia y otros colegas instalaron sus consultorios particulares en la casona de Mendoza 3841. Él habitaba la casa de Mendoza 3724.

 

Fue médico de la Sala 9º del Hospital Centenario.

 

Fue socio fundador del Centro “Progresista” (hoy “Club Centro Progresista y Biblioteca Pública Agustín Álvarez”, San Juan 3677), cuya presidencia ocupó en varios períodos y fue médico de la “Obra Social Guillermo Barnett”, ubicada en Mendoza 3753.

 

Ya desde sus primeros años en Rosario, asistía a las reuniones del Partido Radical, donde hizo grandes amigos como el Juez Nominal Pedro Giménez Melo y el Dr. José Benjamín Ábalos, Ministro de Obras Públicas durante la segunda presidencia de Hipólito Yrigoyen. En 1928, cuando se realizaron las elecciones para gobernador de la Provincia de Santa Fe, luego del triunfo radical, sus correligionarios lo homenajearon con un diploma con su rostro pintado en tinta por el artista Eduardo Quaglia, que dice: “Al doctor Juan B. Cuffia sus amigos por motivo del brillante triunfo por la U.C.R. yrigoyenista en la sección 8 que él preside, en las elecciones del 3 de febrero de 1928 que consagró la fórmula Gómez Cello - de la Puente”.6

 

Producido el golpe militar de 1930, Juan y Benjamín Ábalos participaron de algunos mitines siendo dispersados por los escuadrones de seguridad, defendiéndose de los sablazos con sus mantas.

 

En 1931 ambos fueron finalmente detenidos y enviados a la cárcel de Devoto como detenidos políticos, en la cual permanecieron más de tres meses, siendo liberados el 4 de noviembre de 1931. Luego Cuffia acompañó al ex senador Pedro Vives cuando fue conducido detenido a la jefatura de Córdoba, situación que le valió también ser detenido pero, al llegar a Córdoba fue liberado. Participó en la toma de la jefatura de Cañada de Gómez en 1933.

 

Dotado de un carácter intransigente, el Dr. Cuffia siempre fue fiel a Hipólito Yrigoyen. Si bien participó constantemente en política, nunca aceptó cargos de relevancia.7 Según relatan sus familiares, en muchas oportunidades su casa de campo sirvió de refugio para perseguidos políticos.

 

En 1934 figura en la “Nómina de profesionales inscriptos en la matrícula hasta el 30 de abril – Año 1934”.8

 

Fue socio vitalicio del Jockey Club de Rosario.

 

En la década del 60’ figura en la “1º Guía Integral de Rosario 1965-1966” con consultorio particular en Mitre 1246.9

 

Durante sus últimos, que pasó en la tranquilidad de su casa, recibía la visita de sus sobrinos y familiares, con los cuales tenía amenas charlas.

 

El Dr. Juan Bautista Cuffia falleció muy longevo el 17 de enero de 1985 acompañado sus últimos años por su sobrina Teresita Colombano Cuffia y su hija en el cariño, Perla Colombano.

 

Sus restos descansan en el panteón familiar del cementerio de Armstrong.10

 

 

 

1. Alonso, Sebastián y Guspí Terán, María Margarita, “Historia genealógica de las antiguas familias italianas de Rosario, 1870- 1900”, Imprenta Amalevi, Rosario, 2005, pág. 255. La señora de Cuffia vivía en 1914 –posiblemente con su hijo- en 25 de Diciembre 1039, teléfono 3215. “Guía Montalto. Guía del comercio y familias de Rosario”, 1914, pág. 129.

 

2. Diploma conservado por su sobrino nieto Eduardo S. Cuffia. El autor agradece la colaboración y los datos aportados para este artículo al Sr. Eduardo S. Cuffia, fallecido en el 21 de octubre 2018.

 

3. Folleto aportado por Eduardo S. Cuffia.

 

4. Propaganda aportada por Eduardo S. Cuffia.

 

5. De Vita, Nicolás E., “¡Echesortu! Ciudad pequeña, metida en la gran ciudad. Apuntes para su futura historia (ensayo)”, Rosario, 1988, págs. 285 y 286.

 

6. En el diploma se distinguen las firmas de Gómez Cello, de la Puente, Alcides Greca, José Benjamín Ábalos, Pedro Vivas, Rodolfo Bercovich, G. Ferrarotti, entre otros.

 

7. Cuffia, Eduardo S., “Voces que llegan del pasado”, inédito.

 

8. Consejo Médico de Rosario de la 2º Circunscripción, “Nómina de profesionales inscriptos en la matrícula hasta el 30 de abril –Año 1934”, Imprenta R. T. Suárez, Rosario, 1934.

 

9. “1º Guía integral industrial, comercial, profesional, de oficios, turística de Rosario y zona de influencia 1965-1966”, Ed. CACRIF, Rosario, 1965, pág. 322.

 

10. “La Capital”, 13 de marzo de 1987. El autor agradece la colaboración de Mirtha, Claudio y Gastón Cuffia.